Hace tanto tiempo que te conozco, que ahora, que no podemos hablar por motivos de la vida, te echo de menos. El mundo sigue avanzando y yo con él. La vida no se detiene por nadie ni por mi ni por ti. A veces, en el silencio de la noche me sorprendo pensando que hubiera pasado si hubiera elegido otro camino, el que me hubiese acercado más a ti. No quiere decir que me arrepienta de lo que viví al elegir este camino pero a veces me pregunto que hubiera pasado. Quisiera poder enviarte un mail, contarte lo que hago o dejo de hacer, los pensamientos que me cruzan por la cabeza pero esta vez, no puedo. Te has ido y no has dicho ni mu y sigues sin dar señales de vida. Supongo que es lo que pasa cuando se madura.
No sé como ha ocurrido. De repente en vez de sentir pesar por tu lejanía siento tristeza por lo pronto que volverás. En vez de estar mi pensamiento debatiendose entre que te tengo que olvidar y que las cosas no pueden seguir así. Me debato entre sí me gusta o no otra persona. En sí quiero carne o pescado y mil cosas más. ¿Cómo ha pasado? ¿Cuando ha pasado? Todavía me lo pregunto y por mucho que de vueltas no logro hallar respuesta alguna. Vuelvo a resoplar, vuelvo a plantearme mil cosas. Y sin darme cuenta me veo en un coche corriendo a alta velocidad. Esto es de locos. No entiendo nada y comprender menos. En un momento ha pasado de estar en el centro a un lado. En un momento se ha dividido mi corazón y no sé que hacer. No veo la luz. Sé que con la otra persona no tengo nada que hacer o eso creo. Ya soy muy mayor para estás cosas. Vale, 31 años no es ser mayor pero nunca he sabido conquistar. Nunca he sabido si le he gustado a alguien. ¿Pasará la página? ¿Será un espejismo? Mil pregunt...
Intento escribir lo que siento y las palabras no salen. No sé que me pasa pero últimamente pienso en ti. Hace mucho tiempo que nosotros dejamos aquella relación amistosa tan intensa que nunca llego a salir de los bordes de la realidad virtual. Tuve pareja y eso lo cambio todo. Pensaba que nunca nada cambiaría nuestra relación pero me equivoque. El corazón a veces elige sin que la razón lo pueda evitar. Y algo se perdió. Ya nada era igual. Y entonces yo deje de tener pareja y tú de repente tenías a alguien. Chocaba, nunca llegue a pensar que todo esto acabaría así. Y ahora te vas en un barco a aguas distantes, aguas que a veces me gustaría cruzar para tan solo tener una simple charla como las que teníamos en aquel entonces. Echo de menos tus tonos irónicos, tus respuestas de yo lo sé todo o simplemente que mis monosílabos te ponían. Como puede ser que después de tanto tiempo en estos lares y después de tener mil conversaciones con mucha gente sea la tuya la que echo de menos. Es verdad ...
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