Futuro

La vida nunca es como uno espera.

Cuando somos pequeñ@s nos ponemos a soñar con nuestro futuro. Imaginamos un mundo que para algunos con tesón les llega y a otros por pura pereza no logran. No quiero decir que sean esas las causas, pero a grandes rasgos la mayoría si lo son.

De adolescente me preguntaban como era mi chico ideal, yo siempre decía que no sabía, la razón no la sabía. Nunca me detuve a pensar en que tuviese dinero, fuera rubio, ojos azules porque son cosas que no importan.

Lo único que quería era que me quisiera, eso era lo importante.

Y acabe con una chica.

Pensaba en el futuro y me veía delante de un ordenador programndo sin parar, me encanta la informática pero por cosas que no vienen al caso, me desvíe de mi camino o no. Quien sabe. Y ahora me dedico a trabajar y a estudiar. Y estudio algo que no esta relacionado con la informática.

Veis, el mundo da mil vueltas. Mil caminos, que no sé si están escritos, si los hacemos nosotros. Básicamente, creo que lo hacemos nosotros porque si está escrito supondría que no se puede cambiar o podría estarlo sin llegar nunca a un final. Vaya lío.

Qué pasará mañana, dónde estaré dentro de un año, con quién. Preguntas que básicamente ya no me planteo.

Si hay que pensar en el futuro, pero si estamos ante preguntas sin una respuesta inmediata para que darle vueltas a la cabeza si la solución no la tendremos hasta dentro de un tiempo.

Nuestras decisiones, pasadas o futuras, certeras o no, nos ayudan a convertirnos en una persona que quiera o no deja huella en este planeta.

Como decían nuestros queridos amigos romanos y personas del Renacimiento Carpe Diem!, como dice el anuncio de Coca-Cola la vida nos parecera demasiado corta porque pasa en un plis plas.