Ciberamigo

Es curioso como pasan las cosas. Hoy me ha venido a la cabeza el momento en que coincidimos.

Nunca nos hemos visto en persona, ni tan siquiera por webcam, tan solo hemos mostrado unas pocas fotografías. Sin embargo, siento que te conozco muy bien.

Si lo pienso, siempre has estado ahí, esuchcandome, mejor dicho leyendome. Bueno y en los últimos tiempo también escuchandome.

Es curioso, cuando no quería saber nada de nadie, cuando no quería hablar, tú me hablaste. Al día siguiente sentí que te tenía que dar las gracias. Y todo comenzo.

Cómo es posible tener tanto aprecio a unas letras, a una voz.

Tal vez sea cierto, me quede pillada por ti. Pero, como no hacerlo. Sin importar las boberías que decía tú estabas ahí. Sin juzgarme, sin decir que eran boberías.

Conseguias que me riera con cualquier cosa y también aunque me prometiese a mi misma no hablarte no lo conseguía.

Nunca sabre bien si sentías algo por mi. Demasiado enigmático en cuanto al corazón se trata. Aunque en ciertas ocasiones me hacias sentir muy bien.

Muchas cosas han pasado desde la primera vez que me hablaste muchas que nunca hubiera imaginado. A veces, me pregunto como sería conocerte. Pero... en fin, me quedaré con la duda.

Es raro, pero muchas veces siento que te podré contar mil cosas y que siempre estarás ahí. A lo mejor me equivoco o tal vez no.

Gracias por estar, sin estar. Por escucharme aunque sean penas.

Espero poder contarte pronto alguna alegría. Quien sabe.

Seguro que tú si que lo sabes, que lo sabes todo.

Sé feliz, te lo mereces.